Biografía
Nina Lykke nació en Trondheim y creció en Oslo. Tras estudiar en Copenhague, regresó a la capital noruega, donde comenzó a trabajar como diseñadora gráfica en 1989. Entre 1997 y 2003, también fue miembro del consejo editorial de la revista feminista Utflukt. Hizo su entrada en el panorama literario en 2010 con una colección de cuentos, Orgies, og andre fortellinger. Tres años más tarde vería la luz su primera novela, Oppløsningstendenser, a la que seguirían otros títulos como Nei og atter nei o Full spredning. Sus obras se han traducido a otros idiomas como el alemán o el español, siendo Estado del malestar la primera en publicarse en España // En Lecturalia.
Entrevista
“Flannery O’Connor dijo que, si vives una infancia normal, tendrás suficiente material para ser escritor el resto de tu vida. A los 60 años he tenido las experiencias promedio de alguien de mi edad, y tengo la sensación de que tengo material suficiente para escribir 10.000 libros (…) A juzgar por mi experiencia, realmente no existe la gente normal. Todos estamos más o menos locos. Por fortuna, la mayoría estamos más cerca del menos que del más, si no fuese así, nada funcionaría, pero, en lo más profundo, todos somos muy extraños. Eso es lo que creo, y cada día que pasa me lo confirma, lo cual es una gran fuente de inspiración” // En Asombrario & Co.
Gente casi perfecta
Una vez empiezas a examinar con más detenimiento las sociedades nórdicas y las personas que las componen, cuando vas más allá de los tópicos escandinavos que hoy en día nos ofrecen los medios de comunicación occidentales —los suplementos dominicales que presentan casas de verano suecas pobladas por mujeres rubias con vestidos de estampados florales que sujetan cestas con ajos salvajes y están rodeadas de niños con el pelo ingeniosamente revuelto—, una imagen más compleja, a menudo más oscura y en ocasiones bastante preocupante comienza a aflorar // Por Michael Booth (Gente casi perfecta. El mito de la utopía escandinava).
No hay contenido
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Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano"
Saul Below
El hombre en suspenso


