Tomar el relevo
- Francisco Vallenilla

- 26 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 oct
300 palabras sobre De hombre en hombre, de Olive Schreiner (y J. M. Coetzee)

Olive Schreiner (1855-1920) fue una escritora sudafricana, autora de la que se considera la primera gran novela de su país: Historia de una granja africana (1883). Feminista y reformista social, se le recuerda también por De hombre en hombre (1926). Es la historia de dos hermanas: Rebekah, la mayor, posee un intelecto inquieto y en varios sentidos es una adelantada a su época, pese a lo cual soporta el yugo matrimonial de su marido infiel y no se opone a la tiranía de la maternidad. “A veces (…) se me ha ocurrido que sería horrible si, estando en nuestro lecho de muerte, nos rodearan todos los pensamientos y todas las visiones que hemos tenido a lo largo de la vida pero que, por la razón que sea, dejamos en un segundo plano”, piensa. Y Albertina, de belleza perturbadora, menos reflexiva y más inocente, quien no solo vive bajo la sombra masculina, desde la del tutor que la sedujo a los quince años hasta la del comerciante de diamantes con quien se muda a Londres, sino también asfixiada por el estigma social. Schreiner dedicó a esta novela varias décadas de revisiones, un tiempo considerable y enigmático, si se considera que no revela al lector cómo terminan los intentos de ambas para torcer sus destinos, en buena medida inmodificables por ser mujeres en la Sudáfrica rural de mediados del siglo XIX. Un lector contemporáneo argüiría que se trata de un final abierto, pero De hombre en hombre es, por la cronología de su escritura y sus rasgos estilísticos, una obra decimonónica y como tal está inacabada… Hasta ahora, que J. M. Coetzee ha escrito el capítulo final para la edición en español (2024). Hizo como John Banville, quien con La señora Osmond continuó donde Henry James finalizó Retrato de una dama (1881).






